Para que toda tienda de retail pueda triunfar en su mercado es necesario controlar dos conceptos básicos: el margen de beneficio y los ratios de conversión. Estas métricas están relacionadas y son interdependientes, es decir, por lo que no debe priorizarse a una sobre la otra.
En esta guía nos centraremos en cómo mejorar el margen de beneficio de tu catálogo de productos a través de diferentes factores, como la evaluación de los gastos o escenarios en los que podamos fijar precios más altos para los productos que vendamos.
Evalúa tu actual margen de beneficios
El margen de beneficio es una de las fórmulas más interesantes y usadas para calcular la rentabilidad de un negocio, se utiliza tanto en tiendas tradicionales como en los e-commerce. El cálculo de esta métrica es simple, se debe restar el coste de adquisición de un producto a los ingresos por venta de ese mismo producto. Con este cálculo obtendremos el margen de beneficio bruto. Este dato te dará una aproximación más o menos exacta para saber cuán rentables son los productos de tu tienda online. Para saber con exactitud si tu negocio transforma ingresos en beneficios deberás calcular el margen de beneficio neto. El cálculo se realiza restando el coste de mercancía vendida, costos operativos, impuestos y deudas a los beneficios por ventas.
Una vez conozcas el resultado de este proceso, podrás identificar áreas de mejora en tu negocio. Para tener aún más conocimiento de los puntos en los que debes invertir esfuerzos, estudiar a la competencia en tu mercado es una acción interesante.
Analizar a la competencia no es una tarea fácil, ya que según en que vertical te encuentres, puedes tener un gran número de competidores. El uso de herramientas de monitorización te permite agilizar y automatizar el proceso de seguimiento de rivales, para saber en todo momento tu nivel de competitividad de precio y stock frente a la competencia.
Mejora tus beneficios
Después de evaluar el margen de beneficio para tus productos y observar tu posición en el mercado, será el momento de actuar. El análisis de la competencia te servirá para identificar fortalezas y debilidades de tu e-commerce.
Por ejemplo, si ves que para un producto de una categoría determinada (una marca específica por ejemplo) tus precios son poco competitivos respecto a los de la competencia, deberás renegociar el precio de compra de productos con los proveedores, ya que estás en clara desventaja.
Reducir costos operativos será una tarea fundamental en el camino para tener un margen de beneficio más amplio. Los costes más fáciles de ser ajustados son los costes variables que suelen ir acompañados del nivel de producción/ventas, como por ejemplo el almacenamiento en el gigante Amazon, que se paga según los metros cúbicos usados al mes. Utilizar un packaging más sencillo te hará disminuir sensiblemente los costes a largo plazo.
Automatizar acciones a través de softwares y bots, como en el ejemplo de la monitorización de la competencia, supondrá un ahorro de tiempo y dinero considerable que podrás invertir en mejorar los departamentos de tu tienda.
Protege tu margen
Pese a que el objetivo inicial de todo propietario de un negocio sea mejorar el número de ventas o incrementar el margen de beneficio, es igual de importante salvaguardar el margen, ya que sin esta métrica, el negocio no será rentable.
Con el fin de evitar bajar los precios hacia un punto que no sea sostenible, puedes utilizar herramientas semiautomáticas de precios dinámicos. Gracias a esto, podrás desarrollar una estrategia de pricing que se actualice conforme a la evolución del mercado y los competidores.
En la imagen que tenemos arriba es posible observar como la sugerencia de precio que nos indica la herramienta es superior al precio fijado por el producto, por lo tanto, tienes un espacio de incremento de precio sin perder la competitividad, hecho que hará aumentar notablemente tus márgenes de beneficio.
La herramienta de precios dinámicos te da la posibilidad de establecer una estrategia de pricing acorde a unas reglas preestablecidas que tienen en cuenta los precios de los productos para la competencia. Estas reglas pueden ir desde “quiero ser 8 euros más barato que un competidor específico” a “quiero ser 3% más barato que el producto más barato”. Estas reglas tienen su parte positiva: están sujetas a un margen de beneficio mínimo, por si se da un escenario en el que un competidor tiene el precio de su producto más bajo que tu umbral mínimo, tu producto no se actualizará.
Conclusiones finales
Para mejorar tus márgenes de beneficio-métrica básica para la sostenibilidad de cualquier negocio- tienes que evaluar el rendimiento de tu catálogo, por producto o categorías específicas, con el de la competencia de tu vertical. Tras analizar el rendimiento de tus productos, disminuir costos operativos relativos al almacenamiento y distribución de tus artículos, hará que mejores tus beneficios.
En definitiva, puedes incrementar precios o disminuir gastos. Para ello, puedes utilizar herramientas de precios dinámicos, que te permitirán identificar escenarios donde puedas aumentar el precio de venta de tus productos y a la vez te permite salvaguardar el margen de beneficio.